Vuelvo a escribir

Escribiré. Escribiré para tantas cosas y para tantas no.
Para que no se me repitan los días malos y los buenos, ojalá.
Mi lápiz dejará una huella, tan fina y potente, que derribará monstruos.
Escribiré porque me ríe el corazón, porque me llora.
No quiero luchar, pero si debo ir a la guerra del amor, lo haré.
Quisiera salvar este mundo, sí lo sé... estamos medio condenados.
Pero el otro medio no lo está y vale la pena pelear por esa parte,
ya que quisiera dejársela a los míos, esos que vienen.
Sean míos o no, vienen más que querrán ser mejores y no peores.
Confío, les doy mis días como cheque en blanco a los que incluso no nacen.

Vuelvo a escribir, porque habló mi dedo y mi garganta.

Esto es lo que pasa

Un beso.

Sin excusas, un beso.

Comienza a verse tu clavícula, la pilla mi lengua.

Siguo la línea de tu cuello.

Mis manos van directo a tu cadera.

Coinciden/chocan las esquinas de nuestro cuerpo.

Me muevo por ahí, por allá. Y todo se vuelve un "acá".

Acá pasa esto.

Se gime, dentro, en el centro, hacia afuera.

Sacudimos el deseo, que se mete adentro y se pierde en el fondo, ese fondo que es trueno y flash.

Esto es lo que pasa.

Se hace el amor.

Se coge.

Se deshace algo rico, algo sin nombre.

Parálisis

Qué tiene de malo el temor? Qué? Es humano, no? Temblor de manos, de mente, de ideas... sobretodo,del corazón. Yo principalmente tengo miedo a no estar a la altura y caer bajo. Temo perder el rumbo y no entender el camino ya recorrido. Me angustia que el alma se me haya copado, no tener nada más que dar. Qué hago, qué se hace? Supongo que nada. Esperar y ya. El típico dilemita de siempre. El tiempo. Mientras tanto, lo malo de temer y esperar, es saber que por un lado o por otro, te encontrarás cara a cara con tus temores hechos monstruos. A la vuelta de la esquina, en un bar, en la micro, quizá dónde, ahí estarán. Esperar no sirve de mucho, entonces. Es pura cobardía.

Cómo parar

Hablo de más, de más.

Me pongo nerviosa, no puedo respirar del todo.

Hablo tonteras, las disfrazo sin mucho éxito.

Me da miedo que no me quieran en la reunión social, después de todo, soy una mamona.

Me gustaría que me vieran realmente, sin tanto chiste tonto, sin tanto comentario hueco.

Pero cuando se habla de más, se piensa de menos.

Y hasta ahí no más llega la cosa.

Al centro

Dimos vueltas por años, con las coordenadas más absurdas, rebotando en esquinas filosas. Y un día, entre tanto paso perdido, dimos con un tesoro, justo al centro de nuestros mapas. Notamos que coincidimos en puntos vitales y que además, nos gustamos. Punto. Punto seguido. Armamos párrafos primero y hoy llevamos varios capítulos. A veces no aporto muchas líneas... me pongo lesa, floja, fea. Pero no me pierdo. Me encontré hace tiempo en ti. No se dan más vueltas ni botes. A veces hay baches, nada más. Cosas del camino. Llevo mis ganas de estar a tu lado y que no sea solo eso. No creas que lo he olvidado.

Un momento

Te debo un momento largo de mirarte a los ojos. De hablarte algo, algo lindo, que te alegre la cara. Un momento en que seamos solo dos en el mundo, sin apuro, sin rápidos ni cascadas. Un silencio cómplice en el que escuche solo tu boca. En el que sienta tu palabras y converse con tus besos. Un rato para ti, solo para ti y saber que coincidir es oírme también. Estoy en deuda y decirlo no es hacerlo. Menos pagar aquello que falta. No pediré disculpas ni te diré "lo siento". Calladita, me sentaré a tu lado. Un poco más cada día y robaré momentos a la carretera idiota del hacer. Los daré a quien lo merece más que nadie. A ti.

Dicen

Dicen que...

la unión sagrada-aprobada es hombre y mujer,
el pasado no se recuerda, se olvida,
los delincuentes son los flaites,
los indignados son puros resentidos,
los pobres son flojos,
el cuerpo lindo está libre de rollos,
la raza del perro es lo importante,
el auto nos distingue,
la bicicleta es pobreza,
la gente mala está en la cárcel,
los terroristas son esos que ponen bombas.

Dicen no más.
En la realidad, se vive distinto.

A otra cosa mariposa.