jueves, 22 de abril de 2010

Temporada 2010

Se abrió el año, señores y señoras.
Llegué con mi año nuevo bajo el brazo,
a instalarme en pueblo nuevo,
a vivir enamorada de la Tierra y mi bella dama.

Señoritos y señoritas,
los que también y los que no.
Se abrió este año y todo bien.
Verano amable, no?
Linda la playa, linda la montaña.

Sólo había una sombra en el panorama electoral.
Segunda vuelta. Muchos se dieron vuelta la chaqueta.
Y empezó otro año, no ese que deseamos en el abrazo de las 12.

Juntas vimos que los cómputos aplastaban las esperanzas vagas
de que el payaso no fuera electo.
Y Salió.
Y salieron a las calles hordas bien vestidas con banderitas chilenas,
a cantar la estrofa infame aquella...
A celebrar que por fin se iban los "arrendatarios" del poder
y los verdaderos jefes tomaban su lugar.

Ese evento triste y enrabiante, juntas lo vimos.
De a dos lo hemos soportado.
En pareja, lo repelemos del mejor modo posible.


Cada noche de este año,
logro descansar el cuerpo
después de conversar las penas
y de reír las alegrías del día.
Lo logro a tu lado.

Tu cuerpo y el mío.
El abrazo de la noche.
El beso. Los besos.
Quererse diciendo "hasta mañana", "te amo".

Y cuando sale el sol,
se vive el día de nuevo, como si fuera nuevo.

Pero eso no fue todo señores, señoras.
Niños.

Antes de irse, el verano dejó un recuerdo.
"Les dejo una sacudida monumental de tierra
porque la Tierra quiere recordarles que no abusen"

Suerte la mía!
Era de noche y al empezar el desastre,
en la puerta de la casa, nuestra casa,
a tu lado viví mi segundo terremoto.

Damas y caballeros...
no queda otra que entender,
que esta temporada 2010 es de emergencias y guerras varias.

Y yo, suerte la mía,
contigo termino y empiezo el día.