martes, 6 de octubre de 2009

No es decir gracias

No doy por sentada tu presencia.
Porque no da lo mismo el que seas tú y no otra.

Llegaste para provocar en mí miles de cambios.

También para combatir mi cansancio,
para animarme en la pena del día,
para contarte incluso mis cabezas de pescado,
para enfermarme acompañada,
para saber que mis sueños eran reales,
para darme cuenta que el amor es paz y no guerra.

Y porque no doy por hecho el que me ames,
te amo de distintos modos y en distintos sitios.

Esta es mi estrategia.

No es dar gracias.

Es reconocer que existes,
que me río por dentro,
que me brota la piel,
que me se me achican los miedos,
que se me agranda el alma.

Es saberme millonaria,
porque me amas.